Nueva norma de Información Financiera (NIIF 16): el futuro de los arrendamientos

El modelo que introduce la NIIF 16 elimina la distinción actual entre contratos de arrendamiento financiero y operativo. En su lugar, se desarrolla un modelo único, similar al de arrendamiento financiero actual, que implica para el arrendatario el reconocimiento en balance de casi todos los contratos de arrendamiento y que va a suponer un impacto importante en algunas de las magnitudes que sirven para realizar tanto el análisis económico y financiero de las empresas, por poner algunos ejemplos, el ratio de solvencia, de rentabilidad de los activos, de garantía, de endeudamiento, etc, de las entidades afectadas por la aplicación de esta normativa.

Esta nueva norma representa una auténtica revolución en los estados financieros y además introduce un elemento de confusión dentro de los balances ya que supone contabilizar como Activo, el derecho al uso de un bien, sin que ni siquiera tengamos la opción de compra del mismo. Realmente, los activos dejan de ser bienes propiedad de la empresa para convertirse en una masa patrimonial heterogenea. Si queremos comparar las cifras históricas habrá que hacer los correspondientes ajustes para analizar cifras homogeneas.

Creo que hubiera sido mas acertado haber incluido esta información en la memoria, que es el lugar donde hay que expresar aquellas cuestiones que pueden influir en la comprensión de la información financiera, o en un apartado especial del balance que no ofreciera duda sobre la propiedad de los bienes. No obstante, la modificación del Plan General Contable de 2007 ya apuntaba en esta dirección incluyendo entre los activos los bienes que estaban a disposición de la empresa.

Por su parte el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, considera que dicha norma es aplicable a las sociedades cotizadas y que, en todas aquellas cuestiones que no estén reguladas especificamente en la normativa contable española se deberá atender a las normas internacionales. Es de suponer que se deberá modificar la normativa contable para converger con esta norma internacional.

Por último está la complejidad de valorar los bienes en uso, pero esto es otra cuestión

24 diciembre, 2017